Por: Itzel Santa
Terapeuta en Yafah Beauty Center
Hoy en día la rosácea es conocida como una enfermedad crónica que sufre nuestra piel del rostro, suele iniciarse en pacientes de adulta o mediana edad. Una característica principal de la rosácea es cuando vemos una piel muy enrojecida, esto a causa de que los
capilares sanguíneos son frágiles, tienen más tendencia a dilatarse y a ser más permeables, por lo que se originan fenómenos inflamatorios en el interior de la piel. A diferencia de un estado normal de rubor, la rosácea presenta eritemas persistentes y suelen existir las pequeñas venitas visibles a las que llamamos telangiectasias. Se habla de que la causa de esta afección cutánea es de origen
bacteriano, una revisión de estudios ha mostrado que el origen podría estar en un ácaro de la especie
'Demodex folliculorum', que generalmente vive de forma inofensiva en el interior de la unidad pilosebácea que rodea los folículos pilosos de la cara. Han comprobado que el número de estos ácaros en la piel de los pacientes con rosácea es mayor que en los individuos normales, lo que podría explicar su papel en el origen de esta enfermedad. Algunos de los principales síntomas son: brotes de acné, eritrosis, cuperosis (dilataciones capilares), engrosamiento de la piel.